(Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Culmina "Llena de amor" una de las telenovelas más frescas y entretenidas de esta temporada que resultó atractiva por su historia llena de momentos cumbres que atrapaban a la audiencia además de contar con un elenco muy parejo y unas actuaciones protagónicas que no desentonaron en lo absoluto.
Llena de amor es la adaptación mexicana de la telenovela venezolana de RCTV, “Mi Gorda Bella”.
Es producida por Angelli Nesma y protagonizada por Ariadne Díaz y
Valentino Lanús, co-protagonizada por Altair Jarabo y Armando Araiza con
la participación antagónica de Azela Robinson. Cuenta con la
participación de César Évora, Aarón Hernán, Laura Flores, Roberto
Palazuelos, Alexis Ayala y una pequeña participación de Lucia Méndez.
SU HISTORIA
SU HISTORIA
A pesar de haber vivido casi toda su infancia sin el amor de una familia, Marianela (muy bien Ariadne Díaz) no ha perdido la sonrisa, ni la dulzura de su carácter. Tras la muerte de su padre, su tía Fedra Curiel (Azela Robinson en muy buena actuación) la internó en una escuela con el pretexto de que su madre era alcohólica y no podía cuidarla. Años después, su madre (Lucía Méndez) muere en un accidente misterioso y Marianela se va a vivir con su malvada tía. En la casa de la familia Ruiz y de Teresa, Marianela es víctima de burlas y humillaciones. Sólo su primo Emanuel (Valentino Lanús) la trata bien y la defiende, y Marianela no puede evitar enamorarse de él. Con el tiempo, Emanuel comienza a sentir una fuerte atracción por Marianela. El simple hecho de imaginárselos juntos enloquece a Fedra y decide envenenarla con unos chocolates que aparentemente le obsequia Emanuel. Cuando se entera que los chocolates que le dio Emanuel estaban envenenados, Marianela se siente profundamente herida y decide irse a España. Meses después, Marianela regresa a México. Pero la Marianela que se fue a España no es la misma que ahora regresa, llena de optimismo y confianza en sí misma, decidida a descubrir la verdad y recuperar lo que le pertenece.
INTERESANTE REMAKE
Si "Llena de Amor" atrapa y tiene seguidores es porque sigue los lineamientos del guión original. Es que la inolvidable "Gorda Bella" está presente en muchos pasajes de esta historia y al que los mexicanos tuvieron la oportunidad de ver hasta en dos oportunidades en sus pantallas.
Recordemos que tanto Televisa como TV Azteca, estuvieron peleando por ver quién iba a realizar la versión mexicana de esta trama que tenía adeptos por la evolución del personaje central. Una gordita que se enamora del galán de la historia.
Lo cierto es que esta versión mexicana va de menos a más. Y es que, a pesar de su bien cuidada producción y sus buenos decorados, nadie podía dejar de reparar lo mal que se observaba a Aríadne Díaz con ese disfraz muy mal confeccionado. Imposible sería olvidar el muy bien cuidado traje especial de látex que lucía Natalia Streignard, en la que aparentaba haber engordado 16 kilos. Ese fue uno de los motivos que la producción venezolana causaba interés y provocaba seguir con dicha historia cargada de humor, con elementos de fábula y situaciones irrisorias, pero efectivas.
Pero si la forma como lucía Marianela no era la mejor, ello pronto pasó al olvido debido a la buena interpretación de Aríadne Díaz quien demuestra que tiene talento para ser actriz principal. Este redactor ya había reparado en sus dotes para la actuación cuando comentamos "Mañana es para siempre" (Televisa, 2009). Aríadne es espontánea y tiene un carisma nato. Sabe compenetrarse con el personaje y no desentona porque sabe amar y sufrir en pantalla. Es cierto, aún es joven y le falta más evolución, pero para ser una protagonista no solamente se necesita ser bella sino saber llegar a los televidentes y eso Aríadne sabe como plasmarlo. Aquí empieza de menos a más, pero no desentona para nada, a pesar que su galán (Valentino Lanús) no llega a convencer del todo. Sus lloriqueos y su presencia como el Lirio del Plata lucen impostados. Lanús tal vez sea perfecto como galán, pero aquí le falta esa fuerza interpretativa que consolide a la pareja central y la vuelva atractiva para sus seguidores. Aunque no desentonó, Lanús no convencía del todo.
Lo cierto es que la productora Angelli Nesma sabe que la historia vale por si misma y su mérito radica en haber escogido a un grupo de actores con talento que lucen bien dirigidos y complementan las escenas con algo de su propio aporte como es el caso de Azela Robinson quién brilla como la villana de la historia. Es cierto, no tiene el físico ni el porte de nuestra querida Hilda Abrahamz. Pero allí radican los méritos de la actriz y el acierto de la productora al darle ese papel. Y eso que Azela Robinson desentona cuando se convierte en cabaretera, pero su evolución caracterizando a Fedra Curiel es notable. Es una mujer vulgar, soez, posesiva, maquiavélica y hasta ardiente. Se nota, a leguas, que improvisa en muchas escenas y eso levanta muchos momentos de la trama. Por ejemplo la forma como tiene que envolver a su hijo o la forma de seducir a Emiliano (César Évora) con gestos y conversaciones que elevan la escena a más no poder. Hasta en el momento en que lleva el diálogo a finales jocosos como “nadie me quitará a ninguno de mis maridos” o cuando habla de la mamá de Marianela como “una mujer que se ha hecho más de mil cirugías” con gestos que refuerzan esa escena y la hacen atractiva, además que al escucharla, uno no puede dejar de recordar a nuestra querida Lucía Méndez en la vida real y que interpreta dicho papel en los dos primeros capítulos de esta historia.
Si la actuación de Hilda Abrahamz en "Mi Gorda Bella" resultaba inolvidable, es porque tiene el porte y el talento para ser villana. Es una de esas mujeres "malditas y hermosas" al que los televidentes no podemos dejar de odiar. Imposible olvidar sus actuaciones en "Abigail" (RCTV-1988) y hasta en nuestra recordada "Natacha" (Perú-Panamericana Televisión-1990) donde su actuación como la malvada "Elvira" elevaba la historia a pesar de tener uno de los guiones más insulsos que se haya visto. En "Mi Gorda Bella", su talento radicaba en complementar bien sus maldades aprovechando su belleza, sobretodo, cuando es presentada como cabaretera en la que se deja ver su escultural cuerpo. Aquí sucede lo contrario porque Robinson no tiene el físico de la Abrahamz, pero ello poco importa porque talento tiene de sobra y por eso es una de las mejores actuaciones del año 2010. Su personaje es una prostituta vulgar, ambiciosa y vengativa, a la que se le ve despeinada, mal cuidada y nada sexy, todo lo contrario a Hilda Abrahamz como Olimpia en la versión original. Una forma distinta de presentar un mismo personaje, pero con diferentes conceptos, a los que Azela Robinson sabe imprimir llegando a niveles sobresalientes con su actuación. Azela le da fuerza a su personaje y es uno de los enganches para que la telenovela consiga adeptos.
Otro de los aciertos de “Llena de amor” es esa ironía plasmada en muchos capítulos. Mantiene la esencia de ser una comedia romántica que nos mantiene enganchados. No importa que muchas de sus escenas sean demasiado obvias y hasta poco creativas. El refuerzo actoral y la agilidad de su trama permite que la historia convenza. Sus últimos capítulos es una continúo desenlace de hechos que desenredan su trama y permite observar a jóvenes actores que bien dirigidos pueden dar mucho en un futuro. Por ejemplo los hermanos de Emanuel, todos venidos de una desastrosa producción llamada "Verano de amor" (Televisa 2010) y que aquí lucen muy destacados. La mejor, Cristina Mason, aunque ni Diego Amozurrutia y mucho menos Maria Elisa Camargo pasaron desapercibidos.
La telenovela tiene en su propia historia el motivo para seguirla con interés. Atrás quedan escenas irregularmente realizadas como la muerte de la madre de Marianela (Lucía Méndez), cuando al despedirse de su hija, el helicóptero en el que viajaba, explota en el aire y que resultó un pálido efecto de computadora en donde no se vio ni restos del aparato y sólo un fuego computarizado que dejó mucho que desear.
Mención aparte merece la actuación de Armando Araiza como Brandon Moreno, un tipo de barrio, buena gente y sencillo. Su caracterización interesa por el complemento con Altair Jarabo como Ilitia Porta-López. Una pareja secundaria que es la contraparte entre la sencillez y lo artificial. Entre el chico de barrio y la muñeca de porcelana. Araiza esta muy bien como Moreno y es el típico personaje de barrio que permite que la historia tenga un refuerzo importante dentro de la historia.
“Llena de amor” es un tipo de telenovela muy natural y fresca. Su fábula romántica envuelta en un lío policial de ambición y poder está plagada de buenos momentos y confirma que la telenovela cuando está bien realizada puede resultar entretenida, así veamos situaciones irrisorias y fantasiosas dentro de una trama narrada en tono de comedia sentimental.
Culmina “Llena de amor” que consolidó a Aríadne Díaz como una de las jóvenes a la que hay que seguir con atención y demostró cuán importante es que una historia se refuerce con actores bien dirigidos que eleven su trama y la vuelvan sumamente entretenida.
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